El Acompañamiento Terapéutico es un proceso de comunicación y escucha donde se da voz y espacio a la persona para que pueda transformar las dificultades y la adversidad en una oportunidad de crecimiento y de autoconocimiento.
Desde una mirada respetuosa e integradora, se trata de favorecer que todo su potencial se actualice y ayudar a alumbrar posibilidades
Según Alan D. Wolfelt, Acompañar se trata de:
- Estar presente para el dolor de otra persona; no de hacer que su dolor desaparezca.
- Ir al desierto del alma con otro ser humano; no de creer que somos responsables de encontrar la salida o solución.
- Honrar el espíritu; no de enfocarse en el intelecto.
- Escuchar con el corazón; no de analizar con la cabeza.
- Dar testimonio de las luchas de otros; no de juzgar o dirigir esas luchas.
- Caminar al lado; no de conducir o ser conducido.
- Descubrir los dones del silencio sagrado; no significa llenar con palabras cada momento.
- Quedarse quieto y en silencio; no de querer moverse frenéticamente hacia adelante.
- De aprender de otros; no de enseñarles.
- De honrar y respetar todos los destinos.